El alcoholismo, desde el punto de vista de Alcohólicos Anónimos. Un repaso general acerca de los hallazgos que realizaron sobre esta curiosa enfermedad los pioneros de la comunidad y sus primeros amigos médicos para su tratamiento.
Alcohólicos Anónimos, a partir de la experiencia histórica de sus miembros más las miradas médica, psicológica y religiosa, asume al alcoholismo como una enfermedad triple: del cuerpo, de la mente y del espíritu. La conocida definición del Libro Grande, el libro de cabecera de la comunidad basada en las intervenciones del Doctor William Silkworth, es la de “una alergia física seguida de una obsesión mental”.
El término “alergia” ha provocado algunas discusiones y controversias. No obstante, en algunos casos se trata de homologarlo, al menos parcialmente, con el concepto de “compulsión”. De esta suerte tendríamos una compulsión de orden físico producto de una obsesión mental y, en el fondo de estas manifestaciones sintomáticas, un profundo desequilibrio y vacío emocional y espiritual. Lo radicalmente revolucionario de la propuesta y el abordaje de A.A., estriba en la inversión sobre el punto de vista del problema. Antes que resolver las causas, se trata de erradicar el síntoma. En este sentido, la intervención terapéutica iría en dirección contraria a la mayoría de los modelos médicos conocidos que propugnan el abordaje inmediato de las causas que originaron la sintomatología.
En un ya conocido folleto de la comunidad que, si bien expresa una mirada individual de la acción de A.A., se explica la efectividad de los inicios del tratamiento con ejemplar contundencia: “…A.A. trata los síntomas primero. Puede que les sorprenda a algunos que, desde hace
treinta años, cuando la idea era algo revolucionaria, A.A. siempre ha recalcado su convicción de que el alcoholismo es, en sus propias palabras, “el síntoma de problemas más profundos”. No obstante, A.A. cree también que el más ingenioso diagnóstico de estos problemas vale poco si el paciente muere. Las autopsias no benefician a aquellos a quienes se les hacen. Parece que, tarde o temprano, A.A. logra hacerles comprender a sus neófitos la importancia de la abstinencia completa. En A.A. puede decirse que se empieza la casa por el tejado.
El primer paso sigue siendo el Primer Paso ("Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables"). Ningún principiante puede dudar de que la recuperación solamente puede empezar con la decisión de “alejarse del primer trago”. Y no tarda en darse cuenta de que nadie puede ni podrá tomar esa decisión por él00. De hecho, descubre además que, si toma esa decisión, nadie le puede forzar a llevarla a cabo ni le hará cumplirla. En A.A., la decisión se origina en el alcohólico y siempre permanece siendo asunto suyo." (“El punto de vista de un miembro de A.A. sobre la comunidad”, p. 12).
Entonces el fondo o naturaleza de la enfermedad es espiritual y reclama, en consonancia, un tratamiento espiritual. Dos personalidades importantes de la psicología y la psiquiatría, amigos de A.A. en sus orígenes, lo confirmaron. En una ya conocida correspondencia del cofundador Bill W. con Carl Gustav Jung, aquél le reconoció a éste el haber advertido este rasgo al tratar a un paciente alcohólico: “Cuando él le preguntó entonces si tal vez hubiera otra esperanza, usted le replicó que podría haberla pero sólo si él se encontraba en condiciones de vivir una experiencia espiritual o religiosa -o sea, experimentar una "auténtica conversión.”- ("El lenguaje del corazón", p.277). En respuesta a esto el psicólogo le respondió: “Su ansia por el alcohol correspondía, en un nivel inferior, con la sed espiritual del ser humano por una unidad e integridad que, en términos medievales, se llamaba la unión con Dios.” ("El lenguaje del corazón", p.280).
"Lo radicalmente revolucionario de la propuesta y el abordaje de A.A., estriba en la inversión sobre el punto de vista del problema. Antes que resolver las causas, se trata de erradicar el síntoma. En este sentido, la intervención terapéutica iría en dirección contraria a la mayoría de los modelos médicos conocidos que propugnan el abordaje inmediato de las causas que originaron la sintomatología."