El 19 de Marzo de 2020, las autoridades nacionales declaran al coronvirus como pandemia y decretan el “Aislamiento Social Preventivo Obligatorio”. La cuarentena incluía la imposibilidad de trasladarnos a nuestra reunión presencial. Desde que ingresamos a la comunidad de Alcohólicos Anónimos aprendemos que podemos detener nuestra enfermedad en base a compartir fortaleza, experiencia y esperanza. Cada sala de A.A. funciona como una reunión de espejos en los que vemos reflejada, en nuestros compañeros, nuestra propia historia.
La pandemia nos impedía juntarnos, rezar la Oración de la Serenidad tomándonos de la mano, compartir un cafecito… hacer todo lo que veníamos haciendo y formó parte de nuestra recuperación desde el inicio. El Grupo "Mediodía" se reunía todos los días de 13 a 14:30 en la calle Alsina 824 en la Ciudad de Buenos Aires. Pero, como siempre, confiamos en que un Poder Superior nos iba a guiar si poníamos nuestras vidas y nuestras voluntades a su cuidado. Teníamos nuestro grupo de Whatsapp que utilizábamos para pasar informaciones de la comunidad y por ese medio nos comunicamos para poder empezar a reunirnos por la plataforma Zoom. A fines de marzo éramos cuatro y nos juntábamos a charlar un poco los 40 minutos que nos permitía la modalidad gratuita. Otros compañeros en la necesidad de conectarse empezaron a sumarse y en la semana ya estábamos haciendo reuniones todos los días en el horario habitual de 13 a 14:30 y con el formato habitual, leyendo nuestro Preámbulo, la Razón del Anonimato, Reflexiones Diarias, nuestra literatura o compartiendo testimonios en reuniones coordinadas. Otros grupos empezaron a hacer lo mismo a través de distintas plataformas y el Comité de Tecnología y la Oficina de Servicios Generales organizaron el listado para que estuviese disponible en nuestra página web: aa.org.ar.
Una compañera cedía gentilmente el Zoom ilimitado que ella pagaba pero el 15 de Abril empezamos a cumplir con nuestra Séptima Tradición -de automantenimiento, sin permitirse recibir contribuciones externas- a través de Mercado Pago, por lo que el Grupo pudo pagar su propio Zoom. Aportamos a la Oficina de Servicios Generales, al Área Capital y al Intergrupo; todos activos y realizando reuniones y actividades regularmente. Nuestra R.S.G. -Representante de Servicios Generales- empezó a asistir a las asambleas correspondientes. Hacia fines de Abril, un grupo de compañeros manifestó que las dificultades para dormir y todas las demás consecuencias propias del aislamiento les hacía difícil las horas tardías de la madrugada y comenzaron a reunirse alrededor de la 1 de la madrugada, no con las características de una reunión cerrada, pero sí como una reunión de compartimiento.
Al Grupo "Mediodía" virtual se sumaron compañeros de EEUU, España, México, Brasil, Colombia y de otras provincias de nuestro país. También compañeros que, no viviendo en Buenos Aires, nos visitaban en la calle Alsina cuando pasaban por la ciudad. Llegamos a ser 49 asistentes. Y empezaron a agregarse los recién llegados, unos 12 en principio. Algunos se quedaron, otros empezaron a asistir a reuniones en otros horarios y a algunos los seguimos esperando. A mediados de Junio, en nuestra “Reunión de Negocios”, el Grupo decidió contratar un segundo Zoom para el caso en que existiera algún problema técnico con el primero (cortes de luz, Internet, etc.) y para generar reuniones especiales diferenciadas: “de servicio” y “de principiantes”. Éstas últimas se reúnen los días miércoles a las 12.30 con un link y coordinación propia y con base en nuestro folleto de “Sugerencias para Coordinar Reuniones de Principiantes”. El link de estas juntas ya figura como parte de la información disponible de nuestro grupo en el sitio web nacional de A.A.. Nuestro próximo objetivo es organizar una "Reunión Pública Informativa".
No sabemos cuánto va durar el aislamiento ni cómo se irá transformando pero tenemos la certeza que un Poder Superior amoroso nos irá guiando para mantener nuestra comunidad viva y esperando al alcohólico que aún está sufriendo.
¡Felices 24 horas!
"La pandemia nos impedía juntarnos, rezar la Oración de la Serenidad tomándonos de la mano, compartir un cafecito… hacer todo lo que veníamos haciendo y formó parte de nuestra recuperación desde el inicio..." "Pero, como siempre, confiamos en que un Poder Superior nos iba a guiar si poníamos nuestras vidas y nuestras voluntades a su cuidado."