Parece que todos los principios en los grupos institucionales de estos comités siempre son tediosos, con bastantes obstáculos y hasta algunos inconvenientes a los que hay que sobreponerse, según expresan ambos y que, si no hubiesen hecho un proceso de recuperación anterior, no podrían haber sostenido el Servicio.
Tanto el compañero Marcos como Enrique venían de hacer servicios en correccionales en las granjas penales o en las cárceles federales de la provincia de Salta hasta que, en 2014, y con ayuda de compañeros, deciden formar el grupo institucional "Una vida mejor” en el Penal Villa Las Rosas. En breve, otros compañeros se acoplaron: Carlos, René, entre otros. Al principio eran poco los internos que participaban y eran bastante salvajes, no había forma de que respeten; por ejemplo, desaparecían cosas de las reuniones... y, con el paso de los años, fueron quedando los que realmente querían participar del proceso de recuperación en A.A.
Ya en las granjas penales se trabajaban preguntas y respuestas sobre el Programa de A.A. con los internos y esta labor, luego, seguía al terminar las reuniones pensando las preguntas para la próxima. Estas preguntas fueron fundamentales porque no eran superficiales, trataban de hacerl reflexionar y pensar lo que se leía para debatir y para llevárselas durante el día y trabajarlas. Era un proceso que examinaban "las 24 horas" para buscar respuestas. De este modo, fueron recopilando este material sobre Pasos o Tradiciones para hacer la cartilla -de guías de trabajo de grupos-. Esta modalidad de trabajo del Programa de Doce Pasos de A.A. se dio gracias a ciertas ideas aportadas por compañeros "de afuera" -del Penal- la cual generó entusiasmo, tal es así que quisieron llevarla a la práctica a grupos de afuera pero entonces y en ese caso, no podrían estar presentes los integrantes del comité para coordinar las reuniones del Penal, así que decidieron organizarlas y otorgárselas a esos grupos de afuera para que las pusieran en marcha.
También se recibió ayuda de los familiares de Marcos: su esposa -miembro Al-Anon- e hija -miembro Alateen- y ellas mismas daban sugerencias para enriquecer el trabajo. Llevó mucho tiempo armar la cartilla, más de un año de trabajo en el Penal Federal. Luego, recopilar lo que se tenía. Más tarde, repasar, rever y analizar todo el material, corregirlo y agrandarlo; esto llevó meses. Y además, se contó con demás aportes de compañeros que respondían a las preguntas. Los compañeros del Penal, al enterarse de todo esto, se alegraron mucho ya que eran ellos mismo los pioneros, pensando generosamente en todos nuestros hermanos alcohólicos que aun sufren.
Deseamos llevar el mensaje de todas las maneras posibles para que llegue a todos los compañeros alcohólicos internos; gracias a este trabajo que hacemos, entienden mucho mejor nuestra literatura, se sienten partícipes y lo trabajan activamente en su vida cotidiana tan llena de vicisitudes. Es decir, no toman nuestros libros como "letra muerta". En las reuniones semanales de 2 horas se divide al grupo de entre 30 y 40 personas en subgrupos y se trabajan 2 o 3 preguntas y cada uno cuenta cómo lo vive en su experiencia. Luego se leen conclusiones de cada subgrupo, compartiendo conclusiones entre todos. El resultado es muy positivo, el Poder Superior nos bendice con que muchos compañeros saben el Programa y nos dan más de lo que nosotros les damos. Recién hace tres años se comenzó a implementar el trabajo con cartilla. Ahora hay un "comité de bienvenida": llega el miembro y los que conforman el comité le explican de qué se trata el Programa -de recuperación- de A.A. y lo instruyen en los primeros pasos para lograr que tengan una mente abierta para que se integren en el trabajo de Pasos. En un principio, los internos creían que los compañeros eran profesores hasta que se dieron cuenta que son iguales a ellos. Y cuando comenzaron con la cartilla empezaron a pedir los libros. Tienen bien en claro que nuestros compañeros "de afuera" son sólo servidores, no mandan a otros compañeros. Cuando alguno está "rebelde" y no quiere trabajar, lo dejan, no lo obligan. Algunos se enojan porque no saben escribir. Se hacen mesas de trabajo y les entusiasma debatir lo que se lee y luego se releen entre todos las conclusiones de cada mesa. De esta forma, todos participan. Hay miembros más antiguos que coordinan y hay referentes y líderes entre ellos que apadrinan a los principiantes. El grupo es de ellos. Si los compañeros del comité no van no se abre el grupo; por lo menos tiene que ir uno. Por esto se siente una gran responsabilidad, por una necesidad de familiarizarnos con nuestros hermanos privados de la libertad como una familia que se reúne a festejar.
Se realizan dos eventos anuales: uno a mediados de año y otro para el aniversario del Grupo en Febrero o Marzo dentro del Penal. Hacemos un buen desayuno, invitamos a profesionales y compañeros de afuera. Almorzamos y trabajamos todos juntos en nuestra recuperación con la cartilla y las preguntas dividiéndonos en subgrupos. Se puede ser más minucioso en el trabajo de cada tema y vemos que cada compañero tiene la posibilidad, dentro de su grupo, de dar su opinión y expresar lo que entiende. Se hacen seis o siete grupos y cada orador expone el tema que se trató ese día. El cambio resulta mucho mejor y se aprende un poquito más.
Hay 5 servidores que forman parte de este comité y tratamos de renovar los servidores y rotar, como lo pide nuestra literatura. Con respecto a la Séptima Tradición (enunciado: "Todo Grupo de A.A. debe mantenerse completamente a sí mismo, negándose a recibir contribuciones de afuera"), si bien la trabajamos como una más, los internos no manejan dinero asi que no es posible pasar el sombrero.
Para los eventos se pone una canasta rosa en las reuniones de Área y aportes personales de todos los miembros para el comité. Es muy gratificante, como todo servicio, y uno siempre se lleva más de lo que da. Uno cree que va a dar pero sale lleno. Fue a partir de la 9°
Convención de 2017 que los servidores comenzaron a compartir con toda la comunidad esta hermosa experiencia, primero la cartilla que se usa en las reuniones cerradas, luego el logro de que, tanto un par de internos como las autoridades penitenciarias, participaran del panel del Foro de la Región IV y por último la participación de nuestros Custodios "Clase A" -Lic. Di Marco y Lic. Carabajal- así como nuestro Custodio Regional, Miguel R. en reuniones dentro del Penal; situación inédita y que nuestros hermanos internos agradecen mucho.
Para finalizar, deseamos compartir con ustedes cómo nos adaptamos a esta nueva realidad de aislamiento: conseguimos compartir, una vez por semana, con nuestros compañeros a través de un programa de radio que grabamos desde afuera algunos servidores. Un representante de las autoridades con buena voluntad y ganas de cooperar con A.A., el Sargento Tapia, lleva la grabación y nuestros hermanos desde el interior hacen la presentación y animación del mismo.
Desde ya, estamos muy agradecidos al Poder Superior y a todos los compañeros que nos animan y apoyan.
"Deseamos llevar el mensaje de todas las maneras posibles para que llegue a todos los compañeros alcohólicos internos; gracias a este trabajo que hacemos, entienden mucho mejor nuestra literatura, se sienten partícipes y lo trabajan activamente en su vida cotidiana tan llena de vicisitudes. Es decir, no toman nuestros libros como "letra muerta"."