Una ley de la Física explica que cuando aparecen una fuerza y otra igual contraria, se anula el efecto. La balanza explica esto mismo a través del logro del equilibrio ya que si en un platillo se coloca "x" peso y en el otro se coloca ese mismo peso, la balanza no se inclina hacia ninguno de los dos lados permaneciendo en perfecto equilibrio.
El avance del problema del alcoholismo creció y se multiplicó a través de los años en cuanto a sus variadas ofertas y combinaciones con otras sustancias, alcanzando un radio cada vez mayor de afectados en cuanto a género, edad, condición social y también se naturalizó culturalmente como un hábito usual en la población. Pero en el siglo XX la aparición y proliferación de los grupos de Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos se transformó en un Programa de recuperación que comenzó a compensar la fuerza de la enfermedad con una fuerza contraria, ofreciendo un grupo de herramientas que pasó a ser la mayor contribución para el tratamiento de la enfermedad y de manera gratuita, no profesional, apelando a la libertad del que la padece; a dejar seguirse empujando por todo el peso y la fuerza de la enfermedad o comenzar a utilizar sus instrumentos para oponerle una posibilidad de reducción y anulación de sus efectos.
En cualquier oficio, por más efectiva que sea una herramienta, no basta con tenerla. Es importante desarrollar la habilidad para usarla. Para recuperarse del alcoholismo no basta con concurrir a las reuniones, leer la literatura, escuchar los testimonios, y/o verbalizar cómo fueron las últimas 24 horas. Se requiere el firme deseo de dejar de tomar. Un deseo como compromiso personal. Con la motivación necesaria para comenzar la abstinencia, los Pasos del Programa seguirán guiando para utilizar las mejores maneras de recomponer la propia vida, los cambios de conducta necesarios con el alcohol y con el estilo de vida alcohólica. También podrá utilizar maneras de resolver o reparar, en la medida de lo posible, el daño o las consecuencias negativas que produjo en otros como consecuencia de una vida intoxicada. Y el Programa también le ofrecerá herramientas para reencontrarse con su fuero íntimo, con sus valores, con su espiritualidad perdida.
El Programa utiliza un modelo de enfermedad: el alcoholismo. Y las herramientas que ofrece son las que van a ir contrarrestando la fuerza de la enfermedad pero con "buena voluntad", con elementos, acciones, pensamientos, fuerza emocional y espiritual persuasiva de la enfermedad que comenzará a anular sus efectos tales como tentaciones, autoboicots, baja autoestima, resentimientos y pensamientos negativos. Ofrecer, en cambio, una fuerza igual y contraria, que contrarrestará todos estos efectos propios de la enfermedad por la fuerza y las herramientas de la salud, de la recuperación, de la esperanza del cambio de vida y, sobre todo, del mensaje de que... ¡se puiede lograr la sobriedad!!
Otro grupo de herramientas maravilloso lo ofrece el Grupo. El grupo de pares, que son los que llegaron primero, los que estuvieron en el mismo lugar, padeciendo lo mismo, sintiendo, pensando y haciendo exactamente lo mismo… y pudieron parar. Su testimonio, su experiencia, su fuerza, su mensaje de esperanza y de perseverancia, es un herramienta única. Nadie puede transmitir mejor que quién vivió, sufrió, luchó y salió para dar la fuerza necesaria, para contrarrestar los miedos, la inseguridad, la falta de esperanza, el temor al fracaso y el perverso llamado de la copa. ¡Es una herramienta que no tiene parangón!
Y también, dentro de la maravillosa caja de herramientas de Alcohólicos Anónimos, contamos con la figura del padrino. La mejor manera de mantener la sobriedad es dársela a otro que sufre. El transmitir la propia experiencia refuerza la propia recuperación y contrarresta el efecto de la enfermedad en el compañero alcohólico. ¿No es maravilloso? Hasta ahora veíamos cómo una fuerza positiva contrarrestaba el efecto de una negativa... en el padrinazgo el mensaje del padrino los refuerza a ambos, contrarresta dos fuerzas negativas. La del alcoholismo dormido del padrino y la del alcoholismo activo del compañero alcohólico. El padrinazgo tiene un plus en su acción, introducir en el Programa, trabajar los Pasos, transmitir la idea de un Poder Superior -tal como cada uno lo conciba- y fortaleciendo día a día la experiencia de recuperación. Es una solución en común que los beneficia mutuamente.
Las herramientas funcionan mejor si se las usa con paciencia, sin prisa pero sin pausa ya que “una de las grandes desventajas de la prisa es que lleva demasiado tiempo”. Por esto, ¡todo el mundo debería darse una oportunidad! ¡Y una segunda oportunidad... y otra... y otra más! ¡Las herramientas existen!
Por la Dra. en Psicología Liliana Bava, MN 9430.
"En cualquier oficio, por más efectiva que sea una herramienta, no basta con tenerla. Es importante desarrollar la habilidad para usarla. Para recuperarse del Alcoholismo no basta con concurrir a las reuniones, leer la literatura, escuchar los testimonios, y/o verbalizar cómo fueron las últimas 24 horas."
